Preguntas Frecuentes

Estaremos encantados de resolver cualquier duda que puedas tener, pero queremos ahorrarte tiempo y por eso ponemos a tu disposición este listado de preguntas frecuentes por si tu duda es alguna de ellas.

El trasplante capilar es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva (no requiere hospitalización) que permite mejorar la densidad capilar en pacientes con diferentes tipos de alopecia. La técnica de elección es el trasplante capilar con micro injertos, en la que se trasplantan unidades foliculares (UF) de la región occipital (genéticamente más resistentes a la alopecia) y se implantan en las zonas de alopecia.

El trasplante capilar es una herramienta terapéutica que no sustituirá el tratamiento médico, sino que se utilizará como complemento al mismo.

El microinjerto (o trasplante capilar) es una intervención quirúrgica que supone la solución más avanzada para la recuperación del cabello y se aplica tanto a hombres como a mujeres.

El implante capilar es una intervención muy sencilla. Para poder realizar un trasplante de cabello es necesario realizar un examen capilar y obtener un historial clínico con el que los especialistas pueden analizar su viabilidad. 

En caso de ser la solución recomendable para su caso, los especialistas realizarán un diseño de la zona del cuero cabelludo en la que se quiere recuperar el pelo siempre velando por una imagen estética acorde a la edad, raza y estructura facial del paciente.

En la operación, el equipo médico extrae los folículos pilosos de la parte posterior de la cabeza para su posterior implantación en la zona receptora, respetando el mismo ángulo o dirección del cabello original consiguiendo un aspecto muy natural y estético. 

En la actualidad se pueden realizar implantes de pelo en otras zonas como la barba y las cejas.

El procedimiento de extracción de las unidades foliculares a implantar se puede realizar de dos formas diferentes: Técnica FUE : Unidad por unidad mediante extracción manual o Técnica FUSS o FUT o FUG (También conocida como técnica de la tira) mediante la extracción de una tira de piel con folículos del cuero cabelludo. 

TÉCNICA DE TIRA. (FUSS O FUT O FUG): Es el Injerto de unidades foliculares. El proceso consiste en extraer, mediante anestesia local y una pequeña cirugía, una tira de tejido de la parte posterior de la cabeza, de la que se extraerán los folículos del pelo de los donantes. Los folículos pilosos van a ser separados uno a uno por un equipo clínico experto antes de ser trasplantado de forma individual a las zonas receptoras.

TÉCNICA FUE (EXTRACCIÓN UNITARIA DE UNIDADES FOLICULARES): Con este proceso, cada unidad folicular se retira de una en una desde la parte posterior y, a veces el lado del cuero cabelludo mediante “punchs” de 1 mm o menos. Mediante un sistema mecanizado se extrae toda la unidad folicular con sus pelos, dejando un pequeño agujero de ese tamaño que va a cicatrizar muy rápidamente.

Una vez que se han obtenido las unidades foliculares (independiente de la técnica de extracción), el siguiente paso es la implantación de los folículos.

En la actualidad, existen dos métodos de implantación: La técnica clásica con pinzas y el DHI o Implanter.

En la técnica clásica, para realizar la implantación, previamente se realizan las incisiones (orificios donde se insertarán las UF). Éstas incisiones pueden realizarse con agujas o bisturíes de acero o especiales (Zafiro) y posteriormente se implanta cada unidad folicular con pinzas.

En el DHI o Implanter, el mecanismo no requiere incisiones previas ya que el mismo instrumento hace el orificio a la vez que implanta el folículo.

No todo el mundo es candidato para un injerto capilar. Es necesario que un especialista realice un diagnóstico al paciente, para evaluar el tipo de alopecia que padece y la zona donante. En ocasiones pueden darse casos en los que el injerto capilar no es la opción más adecuada, por tener una escasa zona donante o poca densidad. Inclusive pueden darse casos en los que el paciente padezca alguna enfermedad que no sea compatible con algunas de las técnicas utilizadas.

No existe límite de edad a la hora de someterse a un injerto capilar, siempre y cuando el paciente tenga una buena salud, no padezca ninguna patología previa orgánica o dermatológica y cuente con una zona donante adecuada. No obstante, los médicos prefieren no intervenir a personas demasiado jóvenes, para estudiar la evolución en el futuro de su alopecia y por los bajos resultados en relación a la densidad final.

El número de unidades foliculares necesarias para un injerto depende de varios factores y es individual para cada paciente, es por eso la importancia de una valoración a manos de un profesional cualificado en el tema.

El folículo trasplantado presenta las mismas características que el pelo de la zona donante, por ello, es considerado un pelo protegido del daño hormonal, sin embargo, este sigue siendo un folículo y puede caerse debido a acciones mecánicas, químicas, psicológicas o farmacológicas.

Es poco probable, al tratarse de cabello del propio paciente, no hay anticuerpos que detecten como extraño el pelo implantado; Pero existe la posibilidad que entre el 8-10% del pelo injertado no crezca.

La recuperación médica suele ser rápida, pero no así el aspecto estético, que requerirá 7-14 días de recuperación para que al paciente no se le noten los signos de la intervención.

El procedimiento como tal, no es doloroso, sin embargo los médicos aplican anestesia local para la comodidad del paciente durante la intervención y de esta manera facilitar el proceso quirúrgico y de recuperación del paciente.

La duración de la intervención depende de la técnica que se realice y del número de folículos a implantar. Si se aplica la Técnica FUE, la cirugía puede durar entre seis y ocho horas. En cualquier caso, no es una operación que requiera de hospitalización, por lo que el paciente podrá marcharse a casa después someterse al injerto capilar.

El postoperatorio del implante capilar suele ser muy bien tolerado, ya que se trata de una intervención quirúrgica ambulatoria y las técnicas son cada vez menos invasivas. Tras la intervención, que suele durar alrededor de 6 horas, el paciente podrá iniciar su vida normal.

Tras la cirugía, los pacientes pueden presentar:

Enrojecimiento de la piel en zona receptora.

Inflamación o hinchazón del cuero cabelludo, frente y a veces incluso los ojos. Esto sólo dura unos días.

Picor o prurito (grado leve a moderada), se debe principalmente a la formación de costras.
Efluvio telógeno posquirúrgico: Algunos pacientes pueden sufrir empeoramiento de su densidad capilar los primeros 3-4 meses después de la cirugía debido al estrés del procedimiento.

Baja supervivencia de los folículos trasplantados: es la complicación más importante y temida por los pacientes, ya que producirá un resultado inferior al esperado. Muchas veces no hay causa específica aunque la mayoría de los casos se deba a un liquen plano pilar tras la cirugía.

Al seguir las instrucciones para el cuidado postoperatorio, estas posibles complicaciones pueden reducirse significativamente.

No es necesario, pero es 100% recomendado ya que de esta manera es más fácil visualizar las zonas despobladas para realizar la cirugía. A su vez, estéticamente es mas bonito tras la cirugía.

Una vez que ha pasado el postoperatorio del trasplante capilar, el aspecto de la zona receptora será muy similar al que tenía antes de la cirugía, y permanecerá en esa fase «estacionaria» durante aproximadamente 4-5 meses. Las unidades foliculares trasplantadas comenzarán a crecer desde el 4-5 mes hasta los 12 meses en zona frontal y 18 meses en coronilla, de forma exponencial.

En algunos pacientes, es posible que los primeros 3 meses tras la cirugía se produzca un leve empeoramiento de la densidad capilar debido al efluvio telógeno que sufren los folículos no trasplantados por el estrés de la cirugía.